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La prótesis de rodilla es una pieza sintética que se coloca con el fin de sustituir la articulación de la rodilla y recobrar sus funciones normales. Se coloca por medio de una cirugía realizada por un médico ortopedista como tratamiento para diversas enfermedades que afectan el cartílago del paciente.
La función de esta pieza es sustituir la articulación dañada y devolverle su funcionamiento sin dolor. Después de un extenso análisis para determinar un diagnóstico el médico debe definir la mejor opción de tratamiento incluyendo el tipo de prótesis a usar, el material y la mejor estrategía para la cirugía.
A través de los avances en la medicina se han desarrollado diversas soluciones para la articulación de la rodilla, estás opciones se clasifican según el uso que se les vaya a dar, y se definen de la siguiente manera:
Prótesis unicompartimental: Es una pieza diseñada para sustituir solo un lado de la articulación, es decir, supone una solución solo para el lado desgastado del cartílago. No es de uso común ya que no evita que el otro lado de la rodilla se afecte.
Prótesis total de rodilla: Se trata de un diseño completo que sustituye las dos superficies de la articulación donde se integran todos los componentes, es decir, cuenta con una bandeja tibial y femoral e inserto, que es la zona entre ambas bandejas.
Prótesis de rodilla de revisión: Son la solución para los reemplazos de una prótesis ya implantada.
Los materiales que se utilizan en la fabricación de prótesis debe cumplir con factores importantes como:
La biocompatibilidad, es decir que sean aceptados por el cuerpo humano.
Sostenibles a nivel económico, que pueda continuar produciéndose en el tiempo.
Duradero y resistente, una opción que no se desgaste y que sea una verdadera solución para los usuarios.
Entre los avances hoy en día encontramos los siguientes materiales que, por ahora, cumplen con los requisitos anteriores.
Titanio.
Aleaciones de cromo y cobalto.
Polietileno.
Óxido de Zirconio (para los pacientes alérgicos a metales).
Una empresa británica con más de 150 años de trayectoria desarrollando soluciones médicas para el resto del mundo. Puedes encontrar una gran variedad de productos con un alcance global.
Ofrecen un amplio catálogo de implantes para aliviar el malestar de los pacientes alrededor del mundo.
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Una marca fundada desde 1886 que ofrece a nivel internacional la fabricación y distribución de dispositivos médicos de alta calidad.
Un sistema completo y bastante preferido al momento de hacer un reemplazo de rodilla, cuenta con un sistema de vanguardia y sencillo para implementar en la revisión.
Se caracterizan por sus tecnología en componentes mecánicos, ofrecen artículos de alta calidad.
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El tratamiento quirúrgico consiste en cuatro pasos, que se pueden sintetizar de la siguiente manera:
Preparación de los huesos: Hay que eliminar la zona del cartílago dañado, tanto del fémur como de la tibia, al mismo tiempo se contempla la posibilidad de quitar un poco de estos mismos huesos, para hacer espacio.
Colocan el implante seleccionado: Estás placas de metal se adhieren al hueso con cemento óseo o tornillos, se ubican en el lugar preciso para que cumplan con la tarea de sustituir la articulación anterior.
Resuperficializar la rótula: Es una técnica opcional que el cirujano decide si aplicar o no, consiste en cortar la superficie bajo la rótula y sustituir por un botón de polietileno.
Insertar espaciador: Un elemento fabricado mayormente en polietileno que cumple con la función del cartílago, es decir amortigua el movimiento entre las prótesis para permitir un movimiento similar al natural.
Una vez se concluyen estos pasos el cirujano cierra las incisiones y devuelve los músculos y nervios a su lugar.
Hay muchos casos exitosos que demuestran una funcionalidad mayor a 15 años posteriores al tratamiento. Es decir, si se siguen las instrucciones del cirujano y el paciente lleva un cuidado mínimo de su nueva articulación puede lograr mantener la salud de su rodilla al menos quince años.
La recuperación es paulatina, depende de cada paciente, de su tolerancia al dolor, fortalecimiento de sus músculos y características en general. Por lo tanto es importante consultar al médico en cada momento importante.
Por lo general, en un rango de varias semanas el paciente puede volver a andar, con ayuda, esto dependerá de su avance en la rehabilitación física.
En un rango de 4 o 6 meses el paciente recupera su ritmo de vida cotidiano sin dolor ni molestias en la articulación reemplazada.
Bajo las recomendaciones normales del cirujano como, evitar las caídas o impactos fuertes, no hay más limitaciones para llevar una vida normal.
En este punto cabe destacar lo exitosa que es una cirugía de reemplazo total de rodilla, ya que ofrece mejorar la calidad de vida del paciente y devolver su libertad de movimiento físico.
Lo ideal es presentar esta opción cuando el cartílago del paciente está muy deteriorado y no se puede recuperar la calidad de vida con ningún otro tratamiento.