Fractura de acetábulo
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El acetábulo es la parte de la articulación de la cadera que está en la zona de la pelvis, es la parte esférica que ofrece el espacio para la cabeza femoral y permite el movimiento. La fractura del acetábulo no es muy común, generalmente se produce por movimientos de alto impacto como accidentes automovilísticos o en pacientes de edad avanzada con osteoporosis por caídas.
Las fracturas acetabulares pueden suceder dentro de la cavidad o el múltiples fragmentos, pueden ser abiertas o cerradas, esto varía la gravedad de la afección.
En algunos casos la fractura no permite que la cabeza femoral encaje dentro de la cavidad lo que puede causar daños al cartílago a largo plazo.
Tal como se mencionó anteriormente la fractura acetabular es causada por un impacto de alta energía que generalmente complica la salud del paciente con otras lesiones, para solucionar esto los médicos deben actuar rápido, en emergencia, y estabilizar al paciente sobre todo cuando hay mucha pérdida de sangre.
Para ofrecer un tratamiento efectivo el médico debe considerar diversos aspectos para planificar el procedimiento, por ejemplo, situación actual del paciente, historial o antecedentes médicos, edad del paciente y sobre todo estado de gravidez de la fractura.
Con estos datos, se puede elegir algunas de las siguientes opciones de tratamiento.
Se recomienda para pacientes con fracturas no desplazadas y sobre todo con comorbilidades que compliquen o imposibiliten la intervención quirúrgica, es decir, un paciente con una edad avanzada, historial médico complejo y con pocas probabilidades de soportar una cirugía.
El tratamiento consiste en la aplicación de una tracción transesquelética con reposo en cama durante un período de seis semanas, posteriormente se permite la movilidad con carga parcial en la zona afectada.
También se puede proveer al paciente de un dispositivo de posicionamiento para ayudar a mantener una posición correcta de la articulación, así como algunos medicamentos que ayuden al bienestar del paciente.
Este tratamiento puede provocar una limitación funcional grave de la articulación como resultado por lo que solo se aplica en casos especiales.
Es importante mencionar que se trata de una lesión compleja, supone un reto para los médicos ortopedistas cirujanos quienes deben tener experiencia para lograr un resultado eficiente. Durante la cirugía lo que se busca es reducir los fragmentos de huesos desplazados a su posición regular y aplicar placas de metal y/o tornillos para fijar estás partes a su nueva posición y mantenerlas juntas para que se sanen.
La vía de abordaje se elige según la zona de la fractura, puede ser una incisión frontal, posterior o lateral o una combinación de dos vías. Después del tratamiento quirúrgico el médico recomendará unos días de reposo absoluto con la pierna en tracción para evitar otras lesiones en el hueso y según el avance del paciente, las características de la fractura y el daño en la articulación se puede sugerir un reemplazo total de cadera.
La mayoría de las veces la fractura se evidencia a causa de un fuerte impacto, en personas mayores puede ser provocado por una caída y los síntomas presentarse así:
Para que los médicos puedan diagnosticar la fractura y su gravidez deben primero estabilizar la emergencia, si el paciente llega por causa de un accidente grave que complique otros aspectos de salud se debe estabilizar.
Posteriormente se realiza un examen físico y si se comprueban los síntomas de una fractura acetabular se solicita un examen de imagen para determinar el nivel de gravidez de la lesión y proceder con el tratamiento.
Los ejercicios fisioterapéuticos son ideales para recuperar la movilidad de la zona fracturada después de completar el reposo de la cirugía. El médico ortopeda cirujano definirá el momento apropiado para intentar los ejercicios y hará ciertas recomendaciones para comenzar con la movilidad.
A través de la fisioterapia el paciente podrá recuperar la fuerza muscular y la movilidad, como resultado la articulación podrá ser funcional. Sin unos ejercicios apropiados el paciente correrá el riesgo de tener trofismo muscular y retrasar o limitar su proceso de deambulación.
La mayor secuela de esta lesión es la reducción de la independencia del paciente por falta de movilidad. Es posible que después de una fractura como esta el paciente no pueda volver a moverse, caminar o andar independientemente.
En los casos más graves, de adultos mayores con comorbilidades y diversas lesiones que deben permanecer inmóviles por demasiado tiempo se pueden presentar otras secuelas como:
Algunas de las posibles complicaciones después del tratamiento quirúrgico son: